Los expertos que participaron ayer en las terceras jornadas Mujeres e inmigración: una cuestión de género alertaron que están detectando una' progresiva y constante' feminización de la inmigración, sobre todo de las mujeres procedentes de países iberoamericanos y subsaharianos, y que en muchos casos vienen acompañadas de sus hijos.
'Cada vez llegan más mujeres sólas para tareas domésticas y muchas recalan en redes de prostitución', comentó Pedro Moya, director general de la coordinación de políticas migratorias en la Junta de Andalucía, quien afirmó que luego traen a sus hijos y maridos.
Las principales necesidades que tiene este colectivo son de carácter sanitario y de vivienda. Algunas de ellas, sobre todo en las grandes ciudades de la Comunidad Valenciana, se ven abocadas a pedir limosna en los semáforos o en las calles, y en la mayoría de estos casos proceden de países del Este, con lo que tienen problemas añadidos de comunicación al desconocer el idioma. En estas jornadas que organiza el seminario universitario sobre los derechos de las mujeres se analizarán hoy los problemas de las mujeres inmigrantes desde la visión de los profesionales y usuarios.
Loreto Feltrer, letrada de la Oficina del Defensor del Pueblo explicó su experiencia y defendió que 'por encima de todo deben prevalecer los derechos humanos' ya que, recordó, algunas inmigrantes sufren agresiones y malos tratos que no llegan a denunciar por motivos de religión o tradición. Los participantes en este encuentro pidieron a la Administración políticas más activas para la integración social de este colectivo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de marzo de 2001