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La fábrica de Alstom en Albuixec teme una 'sequía' en los pedidos

Representantes de los comités de empresa de los centros de la compañía franco-británica se reunieron la noche del jueves con el presidente de la compañía, Antonio Oporto. El directivo expuso su malestar por la decisión del Gobierno español de adjudicar los nuevos contratos de alta velocidad a Siemens y a Talgo cuando Alstom ha invertido en los últimos años en la reestructuración del grupo, sobre todo en inversiones de I+D.

El presidente de Alstom ha solicitado una reunión con la Administración central para que le expliquen los términos de su decisión, concretamente por qué se ha excluido al grupo Alstom, con cerca de 380 trenes de alta velocidad funcionando en Europa frente a los 54 que, por ejemplo, tiene Siemens.

Según Verdoy, representante del comité de empresa, la falta de contratos del nuevo AVE no debe afectar al centro valenciano de Albuixech, si bien esta factoría tampoco tiene asegurada carga suficiente de trabajo para todo el año. Este centro fabrica en la actualidad 18 cajas para el metro de Valencia, 10 locomotoras para Israel y rehabilita otras 30 locomotoras. Esto asegura el trabajo durante buena parte del ejercicio, que empieza el domingo 1 de abril y acaba el 31 de marzo de 2002.

La preocupación se acrecienta entre los sindicatos a medida que avanza el año, ya que se estima que faltan unas 85.000 horas de carga de trabajo para acabar el ejercicio fiscal. 'No queremos que se tomen medidas traumáticas', pide Verdoy, que todavía recuerda los traslados y expedientes de regulación de empleo que acometió la compañía hace dos años escasos. Albuixec tiene ahora una plantilla 'ajustada', compuesta por unas 400 personas.

Además de informar al personal de la planta valenciana, el comité insistirá ante la Administración valenciana para que se implique en el futuro de la planta.

El consejo de administración de Renfe decidió el pasado sábado repartir al 50% entre Siemens y Talgo la fabricación de los 32 trenes que cubrirán la línea de alta velocidad entre Madrid y Barcelona por un importe global de 123.186 millones de pesetas.

La franco-británica Alstom, fabricante del Alaris y de las unidades del AVE Madrid-Sevilla, fue la peor puntuada en el concurso debido a la cuantía de su oferta económica, según fuentes oficiales, encarecida por los 1.500 millones de pesetas a que ascendía el contrato de mantenimiento.

Los trabajadores de Alstom en Albuixec añaden, además, que durante los dos años siguientes el 'vacío' productivo será todavía mayor y agravado por la intención de Renfe de hacerse cargo del mantenimiento de las líneas, algo que ahora realizaba la propia Alstom.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de marzo de 2001