El euro sufrió ayer el tercer mínimo anual consecutivo al fijar un cambio oficial de 0,8832 dólares. A última hora de la tarde caía en los mercados de divisas hasta los 0,8794 dólares, en un movimiento considerado como una toma de beneficios, pero que no es ajeno al mantenimiento de los tipos de interés por parte del BCE en la reunión del consejo del pasado jueves.
El BCE afirmó que en un contexto de creciente inseguridad sobre la economía mundial prefiere estudiar cuidadosamente los riesgos para la estabilidad de los precios, que es el objetivo principal de su política monetaria. El IPC de la eurozona subió hasta el 2,6% en febrero, cuando el objetivo es el 2%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de marzo de 2001