La bolsa española consiguiò terminar el primer trimestre del año con unas discretas ganancias, tal y como deseaban los gestores de cartera. Una especie de 'nada por aquí, nada por allá' con el que los inversores particulares no están de acuerdo.
El trimestre cierra son un avance del 0,87% en la Bolsa de Madrid y del 2,18% en el Ibex 35, pero en este último mes los dos índices pierden terreno, y ello a pesar de que esta semana ha sido la mejor del año, con un avance de más del 5% que demuestra el esfuerzo realizado por las instituciones.
La irregular apertura de los mercados estadounidenses estuvo a punto de estropearlo todo debido a la publicación de dos datos contradictorios, el índice de confianza elaborado por la Universidad de Michigan, que subió en marzo casi un punto y forzó recortes en los mercados, y el índice de los gestores de compras de Chicago, que cayó 8,3 puntos, hasta 35, y favoreció una recuperación inmediata, puesto que con datos como estos se puede conseguir una nueva rebaja en los tipos de interés, que es por lo que ahora apuestan los mercados.
El euro, que había marcado un nuevo mínimo anual con un cambio oficial de 0,8832 dólares, también se vio sacudido por las interpretaciones que hizo el mercado de los datos de Estados Unidos y, tras varios altibajos, caía a última hora de la tarde hasta 0,8794 dólares, poniendo en peligro los niveles de soporte que sirven de referencia a falta de datos más concretos sobre la evolución de la economía de la UE. Las declaraciones de Wim Duisenberg, presidente del BCE, aludiendo a la reducción de presiones inflacionistas que puede lograr el debilitamiento de la economía, tampoco gustaron en los mercados de divisas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de marzo de 2001