Los trabajadores de ACESA denunciaron ayer que las protestas que se están convocando en el peaje de Mollet, en la A-17, consistentes en tocar insistentemente el claxon, están afectando su salud. El sindicato que representa a los empleados añadió que es imposible trabajar en esas condiciones y que los oídos de aquéllos 'sufren durante días las secuelas del ruido'. El sindicato, consciente del derecho de los ciudadanos a protestar, pidió que estas medidas se dirijan hacia las administraciones públicas y empresas concesionarias, porque las manifestaciones convierten a los trabajadores en 'rehenes' de una situación sobre la que no pueden decidir, y temen que se llegue a las agresiones físicas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 1 de abril de 2001