Quiero denunciar el atropello a los más elementales derechos que el día 29 cometió la Policía Nacional en Alicante. Sobre las 13.30 vi a un estudiante que pedía a un policía que le diera su número de placa y que éste se negaba. El joven me indicó que ese policía había sido el que les había propinado una brutal paliza a otros de sus compañeros y que se había quitado la placa y se negaba a identificarse.
Reclamé a este policía, rodeado de sus compañeros, que estaba obligado a identificarse y me coaccionaron diciéndome que me la estaba buscando y luego optaron por irse. Sólo nos quedó la impotencia de ver cómo se pisoteaban nuestros más elementales derechos. Denuncio estos hechos para que si todavía queda vergüenza democrática en este país, la autoridad que corresponda instruya a sus defensores del orden para que cuando sean requeridos a identificarse por un ciudadano tengan la constitucional costumbre de cumplir con este requerimiento.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 1 de abril de 2001