El pasado viernes 16 de marzo, mientras celebrábamos un cumpleaños en un bar de la céntrica calle de Juan Bravo, un grupo de jóvenes, todos ellos menores de edad, irrumpieron en el local con la única intención de agredir a alguien. Un simple roce con uno de nosotros les sirvió de excusa para darle una paliza con botellas y cascos de moto. Cuando quisimos darnos cuenta ya estaba inconsciente en el suelo.
Al intentar evitar que siguieran pateándole ya fuera del bar, fuimos todos agredidos en mayor o menor medida, teniendo que ser posteriormente atendidos por el Samur, y tres de nosotros, trasladados y atendidos en el hospital. Es de agradecer la rápida intervención de la policía, que identificó a cuatro de ellos mientras seguían profiriendo amenazas de todo tipo.
Creemos que ya es hora de que empecemos a preguntarnos qué le ocurre a la juventud actual para que este tipo de sucesos se repitan un fin de semana tras otro y cómo evitar que la diversión de todos los jóvenes se vea enturbiada por las actuaciones de un grupo de energúmenos.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 1 de abril de 2001