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Crónica:

La Real baja de la nube al Mallorca (1-1)

El cuadro donostiarra reaccionó a tiempo y frenó la buena racha de su rival

La Real Sociedad demostró que está viva en la Liga y arrancó un valioso punto de Son Moix. El Mallorca, que abrió el marcador, no pudo en ningún momento con su rival y la Liga de Campeones, máximo objetivo mallorquinista esta temporada, queda un poco más lejos. El camerunés Eto'o marcó su séptimo gol como jugador rojillo en un momento (m. 24) en que la Real era dueña del partido. Otra vez, el delantero africano cedido por el Real Madrid resultó determinante. Puso a su equipo en ventaja y obligó al equipo donostiarra a abandonar su rígido esquema defensivo -jugó con sólo Jankaukas arriba-.

Pero cuando lo mejor lo tenía el Mallorca, la Real mostró sus armas: juego vertical, pelotazos largos y mucho juego por las bandas. Fue demasiado para un equipo insular mermado por el cansancio de Nadal y sus problemas evidentes en los últimos metros. Loren cazó el gol del empate, pero, lejos de volver a encerrarse atrás, los donostiarras mantuvieron el pie en el acelerador y en varias ocasiones estuvieron a punto de marcar.

MALLORCA 1|REAL 1

Mallorca: Leo Franco; Olaizola, Niño, Nadal (Siviero, m. 58), Miquel Soler; Finidi, Engonga, Marcos, Ibagaza (Novo, m. 72); Luque (Carlos, m. 59) y Eto'o. Real Sociedad: Alberto; Fuentes, Loren, Luiz Alberto (Gurrutxaga, m. 70), López Rekarte (Aranzábal, m. 27); Tayfun, Alonso, Idiakez, De Pedro, Khoklov; y Jankaukas (De Paula, m. 75). Goles: 1-0. M. 24: Eto'o regatea a Alberto y marca a puerta vacía. 1-1. M. 68: Loren recoge un mal despeje de la defensa mallorquinista y cruza el balón a la derecha de Leo Franco. Arbitro: Esquinas Torres. Amonestó a Engonga, Eto'o, Niño e Idiakez. Unos 15.000 espectadores en Son Moix.

El Mallorca confió su suerte ofensiva a Eto'o, que con su tradicional picardía en el área marcó tras arrebatar el balón al meta Alberto, que se disponía a sacar (m. 81). El árbitro anuló el gol, en una decisión protestada por los aficionados locales, pero que el propio Luis Aragonés daría por buena en los vestuarios.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de abril de 2001