La Universidad Europea -y privada- CEES acaba de sustituir a Felipe Sanz, defensor del alumno desde hace nueve años, por un nuevo docente. Y las razones son muy distintas según a qué parte se consulte. Mientras desde el rectorado de la universidad se alegan 'motivos profesionales y de oportunidad', Sanz acusa a la directiva de 'pisar' sus derechos.
El ya ex defensor del Alumno cree que todo se remonta a primeros del mes de marzo. 'Unos alumnos me vinieron a decir que alguien había secuestrado un periódico que se distribuye en la universidad porque en su portada se publicaba la denuncia de una estudiante sobre unas prácticas de laboratorio', relata Sanz.
La reacción del defensor fue inmediata: pidió explicaciones por escrito al rector del CEES. 'A las cuatro horas de enviar la misiva, me llama el responsable de recursos humanos y me dice que me vaya', asegura. Una semana más tarde cesa el director de la Escuela de Podología y el defensor del Alumno vuelve a preguntar las razones por escrito, ante la inquietud que le hacen llegar los alumnos. 'Creo que estaba ejercitando mis funciones, pero la respuesta fue el anuncio de que estaba despedido y el aviso de que tenía una hora para recoger mis cosas', añade el ex defensor.
Después de aquel episodio, Felipe Sanz ha visto vetado su acceso al campus del CEES, situación que ha denunciado ante la Guardia Civil. 'Me están pisando mis derechos, porque no me dejan entrar a un recinto que, aunque gestionado por una empresa privada, es público ya que hay zonas de disfrute para todos los vecinos de Villaviciosa de Odón', critica.
Desde la universidad niegan que se haya secuestrado ningún periódico y aclaran que 'ya era necesario el relevo de Sanz al frente del Defensor del Alumno, por razones profesionales y de oportunidad'. 'Otras consideraciones corresponden a la índole interna de la universidad con sus empleados', concluyen desde el departamento de comunicación del CEES.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de abril de 2001