Referente al informe hecho público por una religiosa norteamericana, donde se denuncian casos de violaciones y abusos sexuales por parte de miembros de la Iglesia católica, quisiera puntualizar:
- Una violación, abuso sexual, no tiene ninguna justificación, es un delito y merece ser penalizado como tal, no aplicando las normas disciplinarias de la institución, sino las leyes que rigen para cualquier persona.
- Los comentarios de algunos jerarcas demuestran, una vez más, la ideología machista de la Iglesia católica: no son delitos los hechos, sino tentación de la carne, principalmente de la de mujer.
- Menos mal que ha sido una religiosa norteamericana; si llega a ser una africana, seguro que la acusarían de provocadora o de tener trastornos mentales. Bueno, ni siquiera se hubiese publicado.
- Me parece vergonzoso que los medios de comunicación, tanto escritos como radio y televisión, hagan sus comentarios y debates sobre la justificación y declaraciones de la Iglesia, y no denuncien claramente hechos que han quedado impunes ante las leyes. Cuando emiten su denuncia, siempre ponen la coletilla de que hay religiosos que hacen una labor social admirable. A nadie se le ocurre ante un violador médico comentar que hay muchos médicos que salvan vidas.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de abril de 2001