La noche del pasado 16 de marzo se celebró en la Escuela Universitaria de Ingenieros Técnicos Industriales de Madrid (EUITI) una fiesta organizada por las asociaciones de alumnos del centro.
Cometí el error de asistir. Fui agredido por uno de los organizadores por el simple hecho de estar sentado en una escalera (no exagero). Evidentemente, esta persona, un tipo 'responsable', 'sensato' y 'cabal', cumplía su labor organizativa en estado de embriaguez. Por otro lado, una absoluta desorganización provocó aglomeraciones en el ropero a la hora del cierre. Los nervios y el alcohol condujeron a varias peleas. Y podemos dar gracias de que eso fuera todo.
¿Por qué los responsables de la escuela permiten a unos inexpertos e irresponsables estar al cargo de este evento? ¿Es necesario que ocurra una desgracia para pensar en ello?-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 3 de abril de 2001