'No he decidido ser candidato a la elección presidencial; bien podría no serlo', declaró ayer el jefe del Gobierno francés, Lionel Jospin, en una entrevista con varios periódicos regionales destinada, esencialmente, a lanzar el mensaje a sus aliados, los comunistas y Los Verdes, de que 'no se equivoquen de enemigo: el adversario es la derecha'. Jospin reacciona así a las presiones que está recibiendo desde la izquierda plural para que radicalice su línea política. Jospin también censura la 'unilateralidad' con que actúa la nueva Administración estadounidense, encabezada por el presidente George Bush.
El actual ministro de Asuntos Europeos, Pierre Moscovici, que pasa por ser uno de los más fieles colaboradores de Jospin, comentó que 'la meta del primer ministro no es El Elíseo a toda costa'. La cota de popularidad de Chirac está en el 57%, mientras la de Jospin se sitúa cinco puntos por debajo, según el último sondeo.
El primer ministro multiplica sus gestos en defensa de los trabajadores de Marks & Spencer y Danone, amenazados por el cierre de varias instalaciones. Jospin acudió ayer a visitar a trabajadores de ambas y animó a sus sindicatos a defenderse.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de abril de 2001