Soy un joven cubano de 28 años. Hace dos años que resido legalmente en España. Les he enviado una invitación a mis padres para que me visitaran por tres meses y poder estar juntos después de dos años.
En el Consulado Español en La Habana el trato ha sido pésimo; a pesar de ser dos personas mayores, no se les ha informado correctamente, y a la hora de recoger la respuesta de la solicitud de visado sólo les entregan un papel impreso donde les dicen que la solicitud ha sido denegada por no reunir los requisitos necesarios para visitar España; habiendo presentado todos los papeles en regla, creo y pienso, como muchos amigos españoles, que esto es una gran humillación y violación de los derechos humanos. ¿Es que no les basta que tengan a su único hijo en España, y que hace dos años que no nos vemos, o es que el cónsul español en La Habana tiene amnesia histórica y no recuerda que su pueblo es emigrante y que nuestro pueblo cubano siempre ha tenido los brazos abiertos a España?
No hay derecho a que se prohíba a padres e hijos pasar tres meses juntos disfrutando de la familia, que se tuvo que romper un día poniendo distancia por medio; es que no hay derecho a que mis padres, después de pasar toda una vida luchando y trabajando como bestias, no puedan venir a este país a pasar unos míseros meses, y no hay derecho a no dejarme hacer algo por mis padres, de no dejarles cumplir el sueño de su vida que es conocer España. Estoy muy humillado y quisiera que me brindaran el derecho a expresarme y denunciar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de abril de 2001