Siete salas conforman este museo del Hospital del Santísimo Cristo de los Dolores, más conocido como del Pozo Santo, que sólo abre cuatro días en semana durante hora y media. José Rodas, profesor de Historia del Arte de la Hispalense, es el autor del proyecto museográfico, junto al arquitecto Alberto Donaire. Para su exhibición permanente se ha seleccionado un centenar de piezas entre el medio millar que posee la congregación. 'Se trata de un patrimonio repartido por toda la casa que no estaba estudiado ni valorado', explica José Rodas, que ha catalogado las piezas, previamente restauradas. El historiador ha seguido un criterio temático en la distribución de las salas para que el visitante pueda hacer un recorrido 'por la historia visual de la congregación'.
La primera está dedicada a las madres fundadoras, Marta de Jesús Carrillo y Beatriz Jerónima de la Concepción -de las que se exhiben dos retratos- y se abre con un lienzo anónimo de la epidemia de peste en Sevilla, de 1649. Otro lienzo anónimo madrileño de 1665 que representa al Cristo de los Dolores acompañado por San Francisco de Asís y Santa Teresa de Jesús figura en esta primera estancia junto a un cuadro fechado en 1700 de San Nicolás de Bari, patrono de la casa.
La segunda sala está ocupada por obras que representan advocaciones e iconografías de procedencia extranjera, tanto hispanoamericanas como europeas. Así, la Virgen de Guadalupe, un cuadro anónimo mexicano de principios del siglo XVIII, o una escultura italiana de alabastro que representa a la Virgen de Trápani, probablemente donada por Nicolás Bucarelli a finales del siglo XVII.Sin duda, lo más interesante del museo es la Sala de los Arcángeles, con 10 pinturas de un seguidor de Zurbarán fechadas hacia 1660. 'Tienen un gran interés iconográfico. El taller de Zurbarán se especializó en estas criaturas celestes y quizá es la mayor serie de arcángeles que hay en Sevilla', señala Rodas. También hay una Inmaculada Concepción de un seguidor de Alonso Cano y un lienzo de Francisco de Meneses Osorio, el mejor discípulo de Murillo, sobre la Virgen de los Desamparados con San Vicente Ferrer y San Pascual Bailón.
Un cuadro de la Asunción atribuido a Lucas Valdés y el ajuar de la Virgen del Tránsito, cuya imagen se venera en la iglesia del hospital y se coloca en agosto en una cama rococó, se exhiben también en el museo. En orfebrería, destacan piezas de los siglos XVI y XVII como un par de navetas con sus cuerpos de coco del Brasil y nácar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de abril de 2001