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Masters de Augusta | GOLF

Jiménez encuentra el golpe

Magnífica actuación del malagueño en una primera jornada buena para los españoles

Miguel Ángel Jiménez encontró su cabeza perdida y se marcó 68 golpes (-4), su mejor tarjeta (la primera vez que baja de 70) de sus cuatro participaciones en el Masters; José María Olazábal tropezó un par de veces, acabó su trabajo ligeramente contrariado y con 70 golpes (-2), lo que no está muy mal; Sergio García también tropezó un par de veces, también acabó en 70 golpes, lo que está bastante bien y, bueno, terminó sonriendo.

Sólo Severiano Ballesteros y sus 76 golpes (+4, pero por lo menos no atentó contra la integridad de los sabios espectadores de Augusta, como un tal Greg Chalmers que le abrió la cabeza a uno en el primer hoyo y a otro le machacó el hombro en el segundo: también acabó en +4) desentonó entre los golfistas españoles en un día en el que el Masters no fue el Masters.

Un tal Chris di Marco, un americano debutante, de 30 años, lideró el día con un -7 (65 golpes) en los que se expresan la suerte del principiante en el Augusta National Golf Club con la hospitalidad con la que el temido campo se ofreció ayer a los jugadores: nada menos que 32 golfistas bajaron del par (incluido el doliente David Duval, hace nada gran figura y ahora depresiva alma en pena) en un recorrido suave, sin viento y de greens blandos.

Y otro debutante, un amateur llamado James Driscoll, acabó en 68 golpes, la marca más baja de un aficionado en una primera jornada desde hace nada menos que 18 años. Y no, Tiger Woods no empezó arrasando: sus 70 golpes (los mismos que Olazábal y García) aplazan un día, por lo menos, la falsa polémica sobre la grandeza del Slam que, dicen, va a conseguir el domingo, lo que no es mala noticia tampoco.

La aventura americana (el periplo por California y Florida que emprendió con Olazábal a primeros de año) se le había atragantado a Miguel Ángel Jiménez hace un par de semanas. "No me encontraba, no sabía dónde estaba, no me concentraba", cuenta el malagueño, repleto de pensamientos negativos ante hechos negativos: no tenía a su familia con él, no pasaba un corte (en los tres últimos torneos de marzo hizo las maletas el viernes por la noche) y, por si fuera poco, no aguantaba a su caddie.

"Si es que me encontraba solo en el campo, no me apetecía hablar con él, y eso que es una bellísima persona. Y ese problema empezó a preocuparme mucho, no hacía más que pensar en ello y así no podía ir a ninguna parte: y cuando un problema te ocupa demasiado hay que acabar con él, había que cortar por lo sano".

Y llegada la semana anterior al Masters, Jiménez, un hombre al que le inspiran los majors americanos, empezó a tomar decisiones: despidió al caddie y llamó a su hermano Juan, la persona que le enseñó a jugar al golf, y le dijo que se viniera a Augusta a llevarle la bolsa. Y con Juan Jiménez vino toda la familia, y toda la claque andaluza del malagueño del pelo abundante y ensortijado y el bigote de sheriff. "Se trataba de eliminar todos los aspectos negativos para poder concentrarme en el golf".

Y Jiménez (espectacular aparejo en el codo izquierdo, el de la tendinitis, con una esponja incluida para absorber las vibraciones) se concentró en el golf, "asenté la azotea", hizo práctica demostración, con una buena vuelta, de la diferencia que hay entre pegarle bien a la bola y jugar bien al golf. "Jugar bien al golf es hacer pocos golpes", dijo. "Y jugar tranquilo y contento conmigo mismo, como he jugado".

El de Churriana jugó inteligente y regular: 34 golpes en los nueve primeros, 34 en los nueve segundos; salvó el amen corner en -2 y tropezó en el 15º, el par cinco en el que también García y Olazábal hicieron bogey.

García acabó contento porque acabó con un birdie en el 18º que le dio la vida después de caer al agua en el 15º, y Olazábal acabó pensando en asuntos miserables después de que un bogey en el 18º, continuación de otro en el 15º, le amargaran una jornada en la que llegó a estar en -4 después de salir del amen corner también en -2, como Jiménez.

CLASIFICACIÓN

1. Chris di Marco (EE UU), 65 golpes (-7). 2. Ángel Cabrera (Argentina) y Steven Stricker (EE UU), 66 (-6). 4. John Huston, Phil Mickelson y Lee Janzen (EE UU), 67 (-5). 7. Miguel Ángel Jiménez (España), 68 (-4). 11. Vijay Singh (Fiyi), 69 (-3). 15. Sergio García y José María Olazábal (España), Tiger Woods (EE UU), 70 (-2). 74. Severiano Ballesteros (España), 76 (+4).

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de abril de 2001