España debe doblar el gasto dedicado a ciencia y duplicar su número de científicos -casi dos menos por cada 1.000 habitantes que en la Unión Europea-, según los firmantes del Manifiesto de Madrid, al que se han adherido 614 investigadores españoles, pertenecientes a 46 universidades españolas y 20 extranjeras, y 101 centros e institutos nacionales y del exterior, junto a 40 académicos. La lista de firmantes del manifiesto fue presentada ayer por Ignacio Buqueras, presidente de la Fundación Independiente, que promueve la iniciativa.
El catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid Ángel Álvarez estimó que el Gobierno debe aportar un tercio más de inversión al área científica y tecnológica para equipararse a los Quince, mientras que la presidenta del Instituto de España, la bióloga Margarita Salas, señaló que 'como mínimo' se ha de duplicar la actual partida presupuestaria y el número de científicos.
Salas recordó que en la actualidad se destina un 0,89% del Producto Interior Bruto a I+D (Investigación y Desarrollo), mientras que la media europea gira en torno al 2% y EEUU y Japón alcanzan casi el 4%.
La profesora e investigadora de la Universidad Autónoma de Madrid también parafraseó a su maestro, el premio Nobel Severo Ochoa, según el cual 'un país sin investigación es un país sin desarrollo'.
En este sentido, Álvarez destacó la importancia del desarrollo tecnológico de un país y puso como ejemplo el caso de Finlandia, que en pocos años pasó de tener una economía basada en la explotación de sus materias primas a controlar un tercio del mercado mundial de móviles. 'El beneficio neto de la multinacional finlandesa Nokia es igual a los beneficios de todos los bancos españoles juntos', explicó Alvarez, para quien uno de los problemas de España fue su apuesta política 'de desmontar' su industria a cambio de incorporarse a la Unión Europea, 'y ahora estamos pagando esa decisión'.
La presidenta del Instituto de España enfatizó también que esnecesario hacer mucha más investigación básica en los hospitales y en las universidades, y criticó que España esté 'tirando el dinero' que destina a la formación de unos jóvenes investigadores que salen al exterior y 'que después es casi imposible' que regresen por falta de oportunidades laborales en su país.
Propuso, por otro lado, reformar el actual sistema de enseñanza universitaria porque 'hay una sobrecarga de docencia a las espaldas de los investigadores'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de abril de 2001