El dirigente de los socialistas valencianos expuso ayer los trazos principales del estudio que han realizado los socialistas sobre la situación del sistema educativo valenciano y su conclusión fue contundente: 'A Zaplana le preocupa más su futuro personal que el de la Comunidad Valenciana, porque aparte de excusarse han hecho poco y mal'. Los porcentajes de infraestructuras pendientes en el sistema educativo público que manejan los socialistas son, en su opinión, aterradores.
En el ciclo de primaria están pendientes el 59% de las obras en Alicante; el 58,5% en Castellón y el 72,2% en Valencia. En secundaria, siguiendo el mismo orden, los porcentajes de obras pendientes son el 74,7%; el 85,3% y el 79%.
Lo que suma un total de 285 obras prometidas pendientes de realizar y una inversión pendiente de 55.000 millones de pesetas en la provincia de Alicante, 21.000 en Castellón y 75.000 en Valencia.
La respuesta de los populares no se hizo esperar. El consejero de Educación, Manuel Tarancón, dijo que la empresa pública CIEGSA -creada específicamente el año pasado para construir centros educativos- invierte más en un trimestre que los últimos gobiernos socialistas en cinco años y afirmó que este mes licitará 34 nuevos centros por valor de 18.000 milloness.
La portavoz de Educación del grupo parlamentario del PP, Maira Barrieras, tachó a Joan Ignasi Pla de 'indocumentado visionario' y le acusó de 'manipular cifras ante la impotencia de sus argumentos insostenibles'.
Joan Ignasi Pla también se refirió a la precariedad laboral que mantiene el Consell en el sistema educativo público no universitario y criticó que un 25% de los 40.200 docentes sean interinos, cuando la cifra no debería sobrepasar el 10%. El secretario del PSPV abogó por la estabilidad laboral y demandó al Consell que defienda ante el Ministerio de Educación la necesidad de otorgar un tratamiento específico a este colectivo y establecer una doble vía -para interinos y para quienes no lo son- que facilite la estabilidad laboral y la continuidad docente-alumnado.
Los socialistas también critican el bajo nivel de implantación de educación infantil de cero a tres años en el sistema público y la poca presencia de alumnado con necesidades especiales, extranjeros y minorías en la privada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de abril de 2001