El comportamiento de los mercados de valores en esta última sesión no ha conseguido despejar las numerosas dudas de los inversores sobre su evolución inmediata.
Había soportes y resistencias para todos los gustos al haber llegado muchos índices a una encrucijada sumamente compleja, lo que se tradujo en una merma del negocio en el Mercado Continuo -fue el más bajo en 14 sesiones- y en un ajuste de la volatilidad hasta niveles más soportables.
Aunque los chartistas pusieron cara de póker cuando el índice de Madrid y el Ibex 35 rebotaron en el 900% y los 9,400 puntos, respectivamente, el auténtico interés estaba en los mercados estadounidenses, que tampoco parecían capaces de consolidar posiciones en un entorno tan incierto. La tasa de desempleo del mes de marzo en Estados Unidos creció una décima, hasta el 4,3%, y produjo una enorme discordia en las interpretaciones.
Para unos, los más clásicos, más paro es menos consumo y, por tanto, menor presión inflacionista, mientras que para los más puestos al día el dato del paro significa el inicio del traslado a los indicadores económicos de los anuncios de despidos que se vienen realizando desde hace un par de meses. Para estos últimos, el número de parados en Estados Unidos era ayer sinónimo de enfriamiento económico y confirmación de que la coyuntura sigue siendo adversa.
Los numerosos vaivenes del mercado en esta semana se han saldado con un avance del 0,27% en Madrid y del 0,22% en el Ibex 35, lo cual no hizo olvidar a los inversores que el martes se producía una caída del 3%, seguida de dos avances de cerca del 2% cada uno.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de abril de 2001