La consolidación de la democracia y la paz en Centroamérica necesita del compromiso militante de los jueces para cumplir su función. Especialmente de los jueces de los tribunales constitucionales, que son los que a diario están interpretando las cartas magnas promulgadas en los últimos años en esos países y que algunos sectores políticos y económicos pretenden recortar o paralizar. Ése es el mensaje que expresaron el miércoles los magistrados de varios tribunales constitucionales reunidos por primera vez en Barcelona.
Los juristas de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua acudieron a Barcelona invitados por el Instituto Catalán de Cooperación Iberoamericana para participar en un debate en el que se analizaron los procesos de paz de la zona desde la perspectiva judicial.
El país de la región que atraviesa una situación política más delicada es Guatemala. Y eso se traslada también al poder judicial, muy comprometido con los acuerdos de paz que acabaron con una guerra que duró 36 años. Ese compromiso ha llevado a la Corte Constitucional de aquel país a avalar aquel pacto. 'La lucha por el Estado de derecho en Guatemala es ardua y peligrosa, pero los jueces estamos comprometidos', afirmó Conchita Mazariegos, presidenta de este tribunal encargado de interpretar la Constitución.
Ella sufrió en su carne el pasado 23 de marzo la violencia de los grupos más intransigentes al desarrollo constitucional y que se tradujo en el ametrallamiento de su vivienda. Otro presidente de ese mismo tribunal tuvo menos suerte y murió asesinado.
En Honduras, el compromiso democrático de la Sala de lo Constitucional también es evidente. Hace unas semanas declaró inconstitucional un decreto dictado por el Gobierno el año pasado por el que se concedía una amnistía a los cargos públicos implicados en delitos comunes. Irma Violeta, magistrada de la Sala de lo Constitucional de aquel país, recordó en Barcelona que el poder judicial de su país se está también implicando en la búsqueda de los dirigentes de izquierda desaparecidos en los últimos años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de abril de 2001