El día 13 de mayo has decidido no votar, te niegas a refrendar con tu voto un sistema corrupto e inoperante. Nunca has votado a la derecha ni lo harás jamás; si piensas en el PSOE, irremediablemente te acuerdas de Roldán; no eres nacionalista, consideras que el lugar de nacimiento o la lengua no tienen por qué traducirse en más o menos derechos para el ciudadano; te va el rollo verde, pero no puedes tragar a IU con ese look abertzale blandi blub que ha adoptado últimamente; y por supuesto, estás en contra de utilizar la violencia para imponer objetivos políticos. Por alguna de estas razones, o por todas ellas, has decidido abstenerte el día 13.
Pues bien, escúchame: ese día no votes tú, pero permite que con tu voto lo haga Froilán Elespe (concejal del PSE) o Ramón Díaz (cocinero) o José Luis López de Lacalle (periodista) o Iñaki Totorika (ertzaina) o Manuel Indiano (concejal del PP) o Josu Leonet y José Angel Santos (trabajadores); o alguno del casi millar de personas asesinadas por ETA. Ellos no podrán hacerlo porque están muertos. Cede tu voto a un muerto y vota lo que hubieran votado. Hazlo por ellos. Vota por la libertad. Los vivos te lo agradeceremos.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de abril de 2001