El día 4 de abril se hizo en Madrid una subasta de embarcaciones del Plan Nacional de Drogas. Como estas embarcaciones son casi siempre adquiridas por las mafias de traficantes representadas por sus miembros legales, sin antecedentes policiales, sería bueno que la Guardia Civil, con las facultades que le otorga la ley para estos casos (cuentas bancarias, escuchas telefónicas, declaraciones de Hacienda), investigase minuciosamente a los compradores y sometiese estas embarcaciones a vigilancia permanente, ya que, tarde o temprano, disfrazadas de barcos de recreo o chárteres, terminarán pasando droga.
Estos bienes son presentados en estado de abandono y faltos de partes esenciales y costas que ya están en poder de los futuros compradores. Por ello, también sería bueno que, una vez acondicionada la embarcación, se investigase la procedencia de esas partes de reemplazo. Entre todos, pongámoslo difícil.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 9 de abril de 2001