Wilson Aguas, el ecuatoriano de 30 años que asesinó a su mujer el pasado viernes en la puerta de su domicilio en Esplugues (Baix Llobregat), ingresó ayer en la cárcel Modelo de Barcelona tras prestar declaración ante el juez. El presunto homicida acabó confirmando que fueron los celos los que le llevaron a matar a su esposa, María Auxiliadora Rojas, de 25 años, clavándole varias veces un cuchillo.
La víctima, también ecuatoriana, residía en España desde hacía un año. Wilson Aguas llegó el pasado mes de enero y se encontraba sin trabajo y sin papeles. Su abogado explicó que la mujer mantenía relaciones con una tercera persona. 'Por este motivo, llevaba varios días de tensión acumulados', explicó el letrado, Julio Sainz. Durante su declaración ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Esplugues -después de que se inhibiera un juzgado de L'Hospitalet, ciudad en la que fue detenido-, Aguas aseguró que no recordaba nada de lo ocurrido porque esa noche había bebido gran cantidad de alcohol.
El matrimonio convivía con otras seis personas, también de origen ecuatoriano, que se mostraron sorprendidas por el parricidio porque, dijeron, se trataba 'de una pareja feliz'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de abril de 2001