Unos 500 habitantes de la aldea de Salaqüil (Chisec, Alta Verapaz, al norte de Guatemala) capturaron la noche del pasado domigo a un presunto asaltante de caminos y tras golpearlo salvajemente, le rociaron con gasolina y le quemaron vivo en la plaza del lugar, con lo cual el número de linchados en este país centroamericano se eleva a 158 desde que se iniciara esta práctica salvaje en 1997.
Según las primeras noticias del hecho, conocidas ayer lunes en la capital guatemalteca, la turbamulta tomó como rehenes al juez de paz, Ángel Martínez Mora, quien acudió al lugar para levantar el cadáver del presunto delincuente y a 15 a gentes de la Policía Nacional Civil y les obligó a perseguir por las montañas aledañas a esa aldea a otros tres presuntos delincuentes.
La policía ha enviado refuerzos por vía aérea, aunque por lo aislado del sitio todavía no se tienen mayores detalles a cerca del resultado de esta acción. Salaqüil se encuentra en la misma provincia que Senahú, población donde en marzo pasado fue linchado un juez de paz, sin que hasta el momento las autoridades tengan una explicación satisfactoria de lo ocurrido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de abril de 2001