La Vuelta al País Vasco, una de las citas estelares del ciclismo internacional, arrancó ayer desde la localidad guipuzcoana de Asteasu, principio y final de la primera etapa de la ronda, que finaliza el viernes. La ronda supone una fiesta para los aficionados vascos, una ocasión de seguir de cerca a las estrellas del pelotón, pese a la ausencia tardíamente anunciada de Pantani y Ullrich. A falta de ambos divos, los más jóvenes se conforman con la simpatía de ciclistas como David Etxebarria, del Euskaltel.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de abril de 2001