Radio Vaticana se rinde, al menos transitoriamente. La emisora que difunde la palabra del Papa anunció ayer en un comunicado que reducirá sus emisiones en onda media siete horas diarias a partir del 16 de abril, para ponerse al día con la legislación italiana en materia de contaminación electromagnética.
La decisión se produjo 24 horas antes de que expirara hoy el ultimátum dado por el ministro de Medio Ambiente, Willer Bordon, al ente radiofónico de la Santa Sede. Bordon había amenazado con cortarle el suministro eléctrico si no reducía la contaminación de sus antenas en un plazo de 15 días. Concluido ese tiempo, el ministro había convocado hoy a los periodistas para anunciar las medidas represivas contra la emisora, a la luz de las últimas mediciones hechas a primeros de abril por los técnicos de las agencias de medio ambiente y del Ministerio de Comunicaciones.
Según las mediciones realizadas los días 3 y 4 de abril en las áreas circundantes al centro emisor de Radio Vaticana, se han registrado niveles de contaminación de 20 voltios por metro, cuando la legislación italiana permite un máximo de seis. Los límites más altos de contaminación electromagnética han sido detectados en el área de Cesano, la localidad de la periferia de Roma donde ha surgido un frente ciudadano contra la emisora vaticana, a la que se acusa de estar poniendo en peligro la salud de los residentes.
A la vista de estos datos, y ante la determinación de Bordon, la dirección de la emisora ha optado por dar marcha atrás y reducir drásticamente las emisiones de onda media. Radio Vaticana había reducido ya su potencia a un 50% en febrero pasado. Con el nuevo recorte, reducirá otro 50% el total de las transmisiones en onda media.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de abril de 2001