La directora de la Unión de Cooperativas del Campo de Castellón, Fina Gonell, advirtió ayer de la detección de una tendencia en el sector citrícola que supone la desaparición, cada año, de unas 8.000 hanegadas de superficie citrícola. Una reducción que se produce a favor de polígonos industriales e infraestructuras, sobre todo, viarias y que, en cualquier caso, no se ha traducido en un descenso productivo.
El caso más singular, señaló Gonell, es el de Almassora, donde 'siendo prudentes' se le ha otorgado al campo cerca de diez años de vida, debido a la programación de tres polígonos industriales. Para la directora de la Unión de Cooperativas es importante garantizar la continuidad de la agricultura castellonense porque 'juega un papel principal en nuestra historia y en nuestra economía'. El grupo Intercoop, que aglutina 145 cooperativas agrarias de Castellón celebró ayer su asamblea anual. Intercoop facturó en 2000 más de 4.500 millones de pesetas, un 15% más que el año anterior y obtuvo unos beneficios de cerca de 70 millones de pesetas.
Actualmente, pretenden relanzar el viñedo y ampliar la superficie de esta cultivo que ahora abarca 1.700 hanegadas con la idea de 'crear' un vino que se acoja a la denominación de 'vins de la terra' impulsada por la Consejería de Agricultura.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de abril de 2001