De niños, los actores Carles Canut, Pep Cruz, Pep Cortés, Jaume Bernet y Francesc Albiol sufrieron en carne propia los vicios y las carencias de la escuela franquista. Pero hasta de las experiencias más negativas se puede sacar un lado bueno, y ellos lo han conseguido. En octubre de 1997 estrenaron la versión catalana del montaje El florido pensil, basado en el libro homónimo de Andrés Sopeña. Tuvo una excelente acogida. Y ahora han decidido reponerla en la cartelera barcelonesa: a partir de hoy, y hasta el 3 de junio, en el teatro Borràs.
El florido pensil es un espectáculo dirigido por Fernando Bernués, en el que los intérpretes van moviéndose entre el pasado y el presente, entre su infancia de niños amargados por unos profesores obsesionados por la moral, y su yo contemporáneo. El florido pensil se ha representado también en castellano y euskera, con algunas variaciones según las peculiaridades de cada zona lingüística. En la catalana se ha puesto el acento en la prohibición a los alumnos de utilizar la lengua materna, lo cual provoca situaciones curiosas, especialmente con un pupilo que apenas sabe castellano.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de abril de 2001