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Moda pasada

Desde la inauguración en 1990 de su primera tienda en la madrileña calle de Serrano y la sucesión de aperturas en ciudades claves como Sevilla, Barcelona, Bilbao y Valencia, Marks & Spencer llegó a contar con 10 centros, aunque el de Zaragoza se tuvo que cerrar. El más grande y reciente en la lista es el de la plaza de Cataluña de Barcelona inaugurada en 1999.

La drástica decisión de cerrar no sólo afecta a los empleados sino tambien a los clientes habituales que se habían acostumbrado al estilo de la firma fundada en 1894 y especializada en la venta de ropa de mujer.

A pesar de que a lo largo de los años se contaba con asesores de diseño de la talla de Paul Smith, Betty Jackson, Ghost y Julien MacDonald, la realidad es que las prendas femeninas de moda rabiosa raramente llegaron a las tiendas españoles.

Más populares eran las prendas básicas o fondos de armario como camisas, pantalones o faldas con talles hasta 48 y con tres largos distintos. Aunque donde destacaba era en la línea de ropa interior y lencería en el que por módicos precios se encontraban piezas sofisticadas con blondas y encajes inspiradas en firmas como La Perla o Victoria's Secret.

La subida de la libra esterlina convirtió sus productos en poco competitivos frente a la creciente pujanza de cadenas como Zara, Mango, Massimo Dutti, El Corte Inglés, Women´s Secret o H&M.

Pero quizás el problema fundamental es que la moda M&S nunca llegó a calar en el gusto español, cuyos clientes no tenían la misma fidelidad a la firma británica que sus compatriotas de origen.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 15 de abril de 2001