En el pasado, el anterior régimen hizo un esfuerzo para desterrar en el olvido a los luchadores antifranquistas. No nos gustaría que los medios de comunicación, a los que nos acercan simpatías, repitiesen una actuación que se pudiera tomar también como una falta de valoración del papel que las asociaciones de ex presos y represaliados antifascistas han estado desempeñando para la reivindicación de sus derechos en toda España.
Digo esto por el desconocimiento que esos medios demuestran al olvidar que, en Cataluña, ha sido la Asociacción Catalana de ex Presos Políticos la que, fundamentalmente desde 1990, está luchando para que se supere la injusticia cometida por las limitaciones contenidas en las indemnizaciones que se dictaron en los Presupuestos Generales del Estado de aquel año. La actuación de la asociación fue reconocida en conferencia de prensa el 7 de septiembre de 2000 por Joaquim Triadú, a la sazón consejero de la Presidencia de la Generalitat.
Gracias a la insistencia de nuestra asociación, que en ningún momento se conformó con que quedasen cabos sueltos -me refiero a quienes no tenían 65 años, por lo que nos quedó muy mal recuerdo en 1990-, se consiguió la promesa de un nuevo decreto para resolverlo.
No queremos olvidar, y agradecemos, la ayuda recibida de nuestra familia, de los amigos y de todos los grupos parlamentarios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de abril de 2001