Francisco Eduardo Conde (Melilla, 1964) ya imitaba a Raphael a los cinco años. Y tres después, ya cantó en público. Conde es letrista, guitarrista y cantante de grupos que son la historia de veinte años de pop malagueño: Cámara, Serie B, Los Mosquitos y Harry O. Es el director de la discográfica malagueña Pussycats Records, que desde 1995 busca lanzar grupos. Sus últimos lanzamientos ya han agotado la primera edición: el debú del dúo belga Vive La Fête, y el disco Lucien Forever, un tributo a Serge Gainsbourg, donde gente como Stereo Total, Bunbury, Vive La Fête, Montreal 76, The Walkabouts o Addictive Larsen reinterpretan éxitos del autor de Je t'aime.. moi non plus.
Pregunta. Compone, canta, colecciona, produce e intenta vender discos raros. ¿Gana dinero con eso?
Respuesta. No. Eso me convierte en alguien que trabaja por amor al arte y eso, hoy, cuando nadie ama el arte, hace que yo sea, como mínimo, un tío raro. ¿Por qué he elegido dedicarme a esto? No es una elección, es una condena: estoy condenado a las músicas.
P. ¿Por qué Gainsbourg es un mito del pop?
R. Lo es como dinamitero de lo establecido; como provocador impenitente y como uno de los músicos más personales de la historia. Es tan grande como Dylan. Una parte fundamental en la cultura europea de los dos últimos siglos; y no es tan conocido para el gran público como Lennon, porque no era anglosajón. Y, definitivamente, como canalla y amoral es el mejor, el maestro.
P. ¿Cómo fue que Bunbury se mezcló en este proyecto?
R. Me gustaría contar una aventura, pero le enviamos un fax un viernes y el lunes nos llamó para decir que estaría encantado de participar. Hay que tener en cuenta que él es un gran fan de Serge y eso lo sitúa cerca de nuestro proyecto, que es un asunto entre fans.
P. ¿Es el pop cosa de adolescentes y blanditos?
R. Quizá para los roqueros implacables. Yo sí creo que es cosa de adolescentes -ojo, no de blanditos-, de eternos adolescentes. Es la sensación de que te podrías enamorar todos los días y sobrevivir.
P. ¿El diyéi matará a la estrella del pop?
R. No creo. La estrella del pop no necesita ninguna ayuda para morir. Ella solita se está matando de puro aburrimiento.
P. ¿Cómo sobrevive Pussycats siendo independiente de verdad?
R. Sobrevive a duras penas: somos tan independientes que nunca hemos recibido ayuda. Tiramos de esto a base de pasión y hasta el cuello de deudas. Empezamos a distribuir nuestros discos en casi todo el mundo y espero que esa sea la solución a tanta penuria. El futuro, la solución y el problema están en Internet.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 17 de abril de 2001