El juicio contra un presunto tironero conocido como El Bombita, acusado de matar a una turista que se resistió al robo de su bolso, se centró ayer en la polémica por una macha de sangre aparecida en el hombro de la víctima, que no vieron los policías ni los forenses en la calle ni en la mesa de autopsias.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de abril de 2001