La justicia filipina retiró ayer al ex presidente Joseph Estrada cinco de las ocho acusaciones en su contra, entre las que se encuentra la de corrupción, por la que Estrada pagó 800 dólares de fianza /unas 150.000 pesetas) para obtener la libertad condicional. Ahora quedan las tres más graves: saqueo de arcas -castigado con pena de muerte-, perjurio y utilización de un nombre falso.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de abril de 2001