El vicepresidente y consejero de Transportes, Luis Eduardo Cortés, fracasó ayer en su intento de convencer a una parte de las organizaciones que representan a los 15.600 taxistas madrileños para que desconvocasen la manifestación de mañana. Las partes, sin embargo, se mostraron 'dispuestas al diálogo'. Los profesionales del sector promueven un paro de dos horas en contra del borrador del decreto regional que regulará el servicio del taxi.
La Federación Profesional del Taxi, la Unión de Pequeños Transportistas (UPT-UGT) y la Asociación Autónomos de Gremial rechazan el proyecto regional, que prevé la adjudicación de licencias a sociedades mercantiles y promueve el pluriempleo entre los taxistas. La Asociación Gremial, mayoritaria en el sector, se muestra, en cambio, favorable a la idea de la consejería. Los representantes de los taxistas se reunieron con el consejero para lograr algún acuerdo que evite la manifestación de mañana. Pero no fue posible. Pese a ello, Cortés, según Eduardo Arriaga, de UPT-UGT, estaría dispuesto a 'reconsiderar' la concesión de licencias de taxi a personas jurídicas.
Fuentes de la consejería aseguraron que, en efecto, 'existe una disposición total' por parte de esta cartera a 'plasmar en el decreto todo lo que los taxistas quieran. Al fin y al cabo, apenas es un borrador', precisaron. Cortés, según estas fuentes, destacó tras la reunión 'la gran división' que existe en el sector y aseguró que está a la espera de una postura unánime que se refleje en una reunión prevista para hoy. La manifestación de mañana -los taxistas irán con sus vehículos-, según UPT-UGT, se llevará a cabo entre las 12.00 y las 14.00 y transcurrirá desde el estadio Vicente Calderón hasta la Puerta del Sol.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de abril de 2001