Los problemas de violencia en los centros de Ceuta se recrudecieron hace un mes cuando un alumno agredió a un docente, al que propinó numerosas patadas en el estómago. Los 800 profesores de secundaria de los cinco institutos ceutíes suspendieron entonces las clases para protestar por la agresión. Este tipo de sucesos no son aislados y a ellos se une la saturación de estudiantes que tienen los centros: algunos llegan a superar los mil alumnos.
Sólo en este curso se han abierto 3.495 expedientes disciplinarios a alumnos, que han derivado en 54 expulsiones definitivas y 347 de entre uno y tres días. La mayoría de estas sanciones se han impuesto a unos 400 estudiantes de entre 14 y 16 años, de los 4.200 alumnos matriculados en Ceuta de entre 12 y 18 años. A este problema se añade que alrededor de 200 adolescentes están escolarizados pero no asisten a clase y merodean por los alrededores de los institutos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de abril de 2001