Comenzó la cosa casi como una broma. Una cuadrilla de amigos enamorados de la música funk y disco se reunieron para versionar sus piezas favoritas, parte de las cuales sufrieron en la década de 1980 todo tipo de oprobios. De esta manera este grupo de amigos comenzó a frecuentar salas en las que hacían sonar piezas de Kool & The Gang, Pino D'Angio, Gloria Gaynor, Earth Wind & Fire y demás activistas del baile. Lo hacían con tal prestancia y verosimilitud que su fama fue creciendo, hasta el extremo que cada dos por tres eran llamados para actuar en fiestas privadas. Tuvieron una residencia en Bikini, sala en la que grabaron un primer disco en directo que les proyectó en el mercado. Con el paso del tiempo y no se sabe valiéndose de qué subterfugios, La Fundación Tony Manero, consiguió que una discográfica les pagase un segundo disco grabado casi como se grababan los buenos discos de funk en la década de 1970 y con unos temas que esta vez ya no eran versiones, sino composiciones propias.
El resultado ya está en la calle bajo el nombre de Looking for la fiesta. Se trata de un disco desinhibido y potente, alegre y bailable, un disco que suena a verdadero funk. Ése es el sustrato de La Fundación Tony Manero. Ellos pueden ser los responsables de poner al barcelonés barrio de Vallcarca en el mapa musical del país. Esta noche (22.00 horas) Bikini verá la puesta de largo de Looking for la fiesta. Y, claro está, será una fiesta.- L. H.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de abril de 2001