El Gobierno de Ecuador ha advertido a la Unión Europea y Estados Unidos que denunciará el acuerdo alcanzado la semana pasada por ambas potencias sobre el histórico contencioso del plátano si éste no se modifica para tener en cuenta los intereses de ese país latinoamericano. Los ministros ecuatorianos de Asuntos Exteriores, Heinz Moeller Freile, y de Agricultura, Galo Plaza Pallarés, han anunciado que denuncirán el acuerdo bilateral ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) si éste no se modifica a su satisfacción.
Ecuador es uno de los principales productores mundiales de plátano, del que viven dos millones de ecuatorianos. La producción ecuatoriana está controlada por la multinacional norteamericana Dole Food Company, que ha protestado también por un acuerdo que favorece los intereses de su tradicional rival, la también norteamericana Chiquita.
La reacción ecuatoriana ha tenido inmediato eco en Europa. El portavoz de Franz Fischler, comisario europeo de Agricultura, se declaró dispuesto a entablar conversaciones con el Gobierno de Quito para resolver el conflicto y evitar que un nuevo recurso ante la OMC prolongue un enfrentamiento comercial que dura ya más de siete años.
La UE admite que el sistema que iba a poner en marcha Europa era el más favorable para Ecuador, pero también sostiene que el acordado finalmente con EE UU apenas reduce las posibilidades exportadoras ecuatorianas. El problema es que lo que pide Ecuador es precisamente lo que más rechaza EE UU. Se trata de regular el mercado del plátano después de que la OMC declarara ilegal el régimen europeo que protegía a sus tres zonas productoras.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de abril de 2001