Un grupo de 30 inmigrantes, la mayoría de ellos ecuatorianos sin papeles, denunciaron ayer a la propietaria de la firma Doñana 2000, una empresa del municipio onubense de Rociana del Condado dedicada a la producción de fresas, por el impago de los salarios. La deuda supera los dos millones de pesetas en concepto de salarios por su trabajo como temporeros durante los meses de febrero y marzo pasados.
Silvana Hernández, una joven ecuatoriana que exige el pago de 150.000 pesetas, acusó ayer a la dueña de la empresa, Mirella Giorgi, de 'humillar' a los trabajadores: 'Al llegar a la finca, muchos de nosotros tuvimos que dormir en el suelo, sin colchones, y en un lugar que no tenía ni luz ni agua, ya que esta mujer no había puesto módulos con camas'. Esta inmigrante aseguró: 'Llegaremos hasta donde sea para que nos paguen hasta la última peseta'.
No es la primera vez que esta empresa se ve envuelta en un conflicto laboral. El pasado año, más de un centenar de inmigrantes llevó a cabo movilizaciones para denunciar el impago de sus salarios, que finalmente cobraron tras la mediación de los sindicatos y de los empresarios.
Los 30 inmigrantes amenzaron ayer con iniciar un encierro indefinido y una huelga de hambre y explicaron: ''Al final nos pagaba 17.500 pesetas al mes por trabajar de lunes a domingo por la mañana y unas tres horas más por la tarde'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de abril de 2001