Un pasajero de origen egipcio que viajaba en el vuelo MS88 de Egyptair con destino a Lisboa (Portugal) provocó ayer la alerta en el aeropuerto de Barajas y retrasó la salida del avión tres horas y media. El ciudadano egipcio echó a correr por la terminal tras descender del avión que, procedente de El Cairo, hacía escala en Madrid para continuar hacia la capital portuguesa. Agentes de la Guardia Civil, acompañados por perros adiestrados, inspeccionaron el aparato y el equipaje de todos los pasajeros para comprobar que no había explosivos. Finalmente, el protagonista de tan extraña carrera fue detenido por el personal de vigilancia del aeropuerto y expresó su deseo de quedarse en España. Sin embargo, y al comprobar los agentes que carecía de visado, fue devuelto al mismo avión con destino a Sao Paulo (Brasil), vía Lisboa.
Por otra parte, el vuelo de Iberia que debía partir de Barajas a las 23.30 del miércoles para dirigirse a Buenos Aires (Argentina) salió por fin a mediodía de ayer, tras sufrir un retraso de más de 14 horas a causa de una avería en el aparato. Sus 280 pasajeros -que criticaron la 'falta de información y atención' por parte de Iberia- fueron alojados por la compañía en diversos hoteles de Madrid y de la provincia de Toledo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 20 de abril de 2001