En relación con el último artículo del profesor Antonio Argandoña sobre nueva economía, creo que hay visiones menos pesimistas. La mía es que, en España, numerosos emprendedores corren riesgos para innovar y dar calidad. No sería justo que en las horas bajas de Internet no lo valorásemos. No obstante, las experiencias que inspiran el escrito son reales: cuando el exceso de dinero y la falta de tiempo convierten un negocio en algo impresentable se dan los casos descritos.
El origen de la decadencia estaba en los gestores de ese dinero: Capital Riesgo, grandes operadores de telecomunicación. Ya sabemos que con exceso de dinero las empresas olvidan al cliente y degeneran.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de abril de 2001