Los pequeños y medianos constructores lamentan la disparidad de criterios tributarios que rigen en cada localidad y que varían de unas a otras, a veces incluso en más del 100%. El Gremio de Constructores de Cataluña afirma que este impuesto es ' un factor de distorsión del mercado' y complica el trabajo de las empresas cada vez que se trasladan a distintas poblaciones y encuentran un galimatías de impuestos y tasas que difieren por completo.
El tipo de gravamen aplicado por los municipios varía desde el más alto, aplicado en Sabadell, hasta los más bajos, que rigen en Mataró o Berga (véase el gráfico). Ninguno de ellos aplica el porcentaje mínimo del 2% que establece la ley, según un estudio del economista Joan Angelet. Los constructores recuerdan que ya pagan el IAE (impuesto de actividades económicas), como el resto de sectores productivos.
Los empresarios califican de 'incongruente' que desde los poderes públicos se les pida que contribuyan a contener el nivel de precios y, al mismo tiempo, se les aplique lo que ellos consideran una carga tributaria demasiado alta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de abril de 2001