Un avión militar con 24 tripulantes se dedica, con infracción de toda norma de derecho internacional, a espiar a otro país, viola su espacio aéreo y cuando tratan de obligarle a aterrizar derriba un avión causando la muerte de su piloto.
Cuando los 24 tripulantes son puestos en libertad y regresan a su país, en lugar de ser recriminados por su conducta, o hacerlo sigilosamente, son recibidos como héroes y saludados por su presidente.
Y este lamentable país se considera avanzada de la humanidad, a la que domina y gobierna, y defensor de los valores humanos. ¡Así va el mundo!-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 22 de abril de 2001