Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Las leyes europeas y marroquíes obstaculizan las empresas mixtas

La creación de empresas mixtas, con aportación de capital extranjero y marroquí, como alternativa para que los armadores andaluces sigan faenando en aquellas aguas, con pabellón de Marruecos, se topa con tres inconvenientes graves: Falta dinero y mentalidad, pero sobre todo, las actuales leyes europeas y marroquíes obstaculizan de hecho una operación semejante.

Las leyes de Marruecos no admiten para una teórica empresa mixta barcos con más de diez años, mientras los reglamentos de la UE no permiten exportar embarcaciones con menos de diez años. (Más de la mitad de la flota andaluza tiene menos de 10 años). Pero aunque no existiera esta incompatibilidad, los voluntarios se encontrarían con otros dos inconvenientes: aunque el código de inversiones de Marruecos no pone límite al porcentaje de participación extranjera en la empresa mixta, en la práctica el Ministerio de Pesca de Rabat nunca concede una licencia a un barco con mayoría de capital foráneo. Y resta otro obstáculo europeo: El armador tendría que devolver las ayudas comunitarias que recibió para construir su buque.

Anticipándose a estos inconvenientes y a la entrada de España en la UE, en 1985 un grupo de empresarios de Huelva y Cádiz exportaron sus barcos y crearon hasta 40 empresas mixtas con socios marroquíes. 'No era gente del sector pesquero, sino con influencias para importar los barcos y conseguir las licencias', aclara el onubense Andrés Perles, que tiene nueve barcos con pabellón marroquí, con capital mixto al 50% y de presidente de la sociedad a un ciudadano de Marruecos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de abril de 2001