El Mercado Central de la Flor de Barcelona reabrió ayer en una carpa provisional después del incendio que el pasado sábado arrasó la nave donde se realizaban las transacciones comerciales desde 1984. Unos 700 floristas de toda Cataluña acudieron la madrugada de ayer al mercado, que abrió de forma extraordinaria para vender parte de las rosas que mañana se comercializarán coincidiendo con la fiesta de Sant Jordi. Según el presidente del mercado, Jordi Planes, los mayoristas que trabajaron ayer vendieron cerca de medio millón de rosas, además de los complementos ornamentales que acompañan a la flor de Sant Jordi.
El mercado se realizó con relativa normalidad, aunque muchos de los mayoristas tuvieron que prescindir de los ordenadores y de los talonarios de facturas, puesto que éstos se quemaron en el interior de la nave siniestrada. Dentro de estas instalaciones también se quedaron importantes sumas de dinero en metálico y archivos con facturas impagadas que los mayoristas intentaban recuperar ayer. Varias brigadas de los bomberos escoltaron a los comerciantes que quisieron entrar al mercado para ayudarles a recuperar las pertenencias y los documentos que no resultaron calcinados.
El incendio del Mercado de la Flor no ha afectado a las ventas globales de rosas. Las previsiones de los mayoristas son que hoy se vendan más de cinco millones de unidades, una cifra ligeramente superior a la del año pasado, cuando Sant Jordi coincidió con la Semana Santa. Dos de los cinco millones de rosas han sido vendidos los últimos días en el mercado de Barcelona. Las especies más apreciadas y las que más se venderán hoy son las denominadas Gran Gala, Grand Prix, First Red, Dallas, Madame Delvar y Lovely Red.
El Mercado de la Flor se realizará hoy otra vez en la carpa provisional y a partir de mañana se trasladará a uno de los pabellones del mercado de verduras de Mercabarna. Una vez finalice el mercado de hoy, la dirección de la lonja y los 84 establecimientos acabarán de evaluar los daños causados por el incendio. Los responsables del mercado, además, ya han comenzado a pensar en el futuro mercado. 'El actual emplazamiento ya se nos estaba quedando pequeño. La parte menos negativa del incendio es que ahora tendremos que esforzarnos para construir un nuevo mercado, más espacioso y de acuerdo con las nuevas necesidades que tenemos', explica el presidente del mercado, Jordi Planes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de abril de 2001