Las autoridades de Río de Janeiro pedirán formalmente en Colombia la extradición de Luis Fernando Da Costa Silva, Fernandinho Beira Mar, de 33 años, considerado el mayor narcotraficante de Brasil, y cuya detención ayer en Colombia va camino de acabar con su imagen de invulnerable.
El secretario de Seguridad Pública de Río de Janeiro, Josias Quintal, anunció su viaje a Bogotá horas después de la detención de Beira Mar en la frontera selvática entre ambas naciones, y lleva consigo la petición de extradición. Beira Mar se internó en la selva herido y sin alimentos el jueves pasado, después de que la avioneta en la que viajaba con rumbo a Brasil fuese obligada por tropas colombianas a aterrizar bajo la amenaza de ser derribada. El piloto ha relatado que el capo tiene un brazo roto y perdió dos dedos en un enfrentamiento hace pocas semanas.
Para el gobierno de Río de Janeiro, el detenido es responsable del 75% de la cocaína que circula en ese Estado del litoral brasileño y al menos de la mitad de la comercializada en los vecinos Estados de Minas Gerais y Sao Paulo, con lo cual se le atribuye el 60% de esa droga distribuida en Brasil.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de abril de 2001