Yo, Iñaki Martínez, mayor de edad y en plena posesión de mis facultades mentales (eso creo al menos), invito al ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, a una comida en el restaurante de Burgos que él elija, a condición de que se desplace hasta allí en coche por la N-I. Así podrá comprobar el lamentable estado de conservación en que se encuentra y espero que sea tan diligente como cuando se vio atrapado en el atasco motivado por las obras del AVE en Madrid y tome las medidas pertinentes para que el firme sea reparado cuanto antes. Aunque me salga caro, estoy dispuesto a sacrificarme para que todos los usuarios de esa vía puedan seguir pensando que 'España va bien'.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de abril de 2001