Las ranas le han aguado la fiesta a Jader Barbalho, nuevo presidente del Senado de Brasil y como tal la segunda autoridad del país, después del presidente de la República, Fernando Henrique Cardoso. Al político, que está en entredicho -se habla de que podría ser expulsado del Senado- por sus connivencias con un empresario del que era socio y recientemente encarcelado acusado de estafa a los fondos destinados al desarrollo económico de la Amazonia, ahora las ranas le han complicado aún más su situación. Al parecer, según publicaba el sábado la prensa nacional, se ha podido saber que su esposa, Márcia Cristina Zahluth Centeno, figura como propietaria, junto con su padre y una prima, de una empresa (Centeno & Moreira, SA) creada para concurrir a la adjudicación de un proyecto para la conservación de las ranas en la Amazonia. El proyecto es uno de los que han sido eliminados por el Gobierno como sospechosos de fraude. Pero la empresa ya había recibido un dinerito considerable para cuidar a las pobres ranas amazónicas: novecientos millones de pesetas. La gente dice que es mucho dinero por muchas que fueran las ranas que la esposa del político y su familia pretendiesen salvar.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de abril de 2001