Un método de patente española -'único en el mundo', según sus promotores-, que combina las clásicas pulseras identificativas con la impresión electrónica instantánea de las huellas dactilares de madre y bebé permite, ya, en algunos de los principales hospitales españoles, certificar, desde el mismo paritorio, la identidad del neonato al cien por cien, incluso aunque por error se intercambiasen o perdiesen las pulseras.
Después de cuatro años de investigación, en la que ha participado un equipo multidisciplinar, la empresa Identificación y Custodia Neonatal (ICN) ha patentado este método que ayer fue presentado en Sevilla.
Lo novedoso no es la pulsera con código único que por duplicado se coloca a madre e hijo (a este último, en uno de los tobillos y ombligo), sino la lectura digital inmediata que la comadrona hace, mediante un aparato similar a un ordenador portátil, de las huellas dactilares de los dedos índice y corazón del bebé y del dedo índice de la madre. Los datos pasan luego a un ordenador central y formarán parte ya para siempre de la ficha de la persona. En Andalucía, hasta ahora, la identificación de los bebés se hace con las clásicas pulseras. Y para más seguridad se toma una muestra de la sangre de la madre y del niño por si en algún momento fuese necesario averiguar su ADN.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de abril de 2001