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El banco pierde en Italia uno de los cuatro pilares de su alianza europea

El BSCH ha decidido no renovar el pacto de accionistas que mantenía con su hasta ahora socio estratégico, el Istituto Bancario San Paolo di Torino, conocido como San Paolo-IMI, del que posee el 7% de las acciones. Esta medida ha supuesto la salida de Emilio Botín, copresidente del BSCH, y de Matías Rodríguez Inciarte, vicepresidente de la entidad española, del Consejo del banco italiano. Los analistas esperan que, poco a poco, el BSCH venda los títulos del San Paolo, en los que acumula unas plusvalías de 100.000 millones de pesetas.

Emilio Botín, socio del San Paolo desde 1988, ha comprobado que no puede hacer negocios en Italia. Aunque el banco no lo ha reconocido, los analistas creen que el interés del BSCH era realizar una fusión o, más bien, una adquisición del San Paolo. Pero el mayor banco español ha topado con la política proteccionista del Banco de Italia, que no está dispuesto a permitir que ningún banco extranjero compre una entidad de este país.

Botín está a punto de perder una de las cuatro patas de su alianza europea, que ha sido motivo de orgullo para el BSCH. Fuentes del banco consideran que la pérdida no es tan relevante 'porque San Paolo es un socio menos importante que Société Générale o el Royal Bank, que son los verdaderos ejes de futuro'. Con el Commerzbank también se han enfriado las relaciones. Parece que el BSCH está seleccionando socios para cuando empiece el baile de las fusiones en Europa.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de abril de 2001