Los diputados de la Duma rusa aprobaron en primera lectura (necesita tres), por 332 votos contra 22, un proyecto de ley para prohibir que los extranjeros (o quienes tengan doble nacionalidad) se hagan con más del 50% de las acciones de un medio de comunicación. El propio Vladímir Gusinski, que tiene las nacionalidades rusa e israelí, no podrá controlar los medios que le quedan de su desmoronado imperio periodístico, aun en el caso de que los conserve tras pagar un crédito dentro de tres meses. Si no paga, los pondrá en manos de su garante, Gazprom, el verdugo de la NTV, el diario Segodnia y el semanario Itogui.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 27 de abril de 2001