Hace más de 7 años, en enero de 1994, escribí un epílogo a un libro, que me fue solicitado amablemente por su autora, Fernanda Romeu, un libro titulado El silencio roto. He comprobado, perplejo y asombrado estos días, cómo se ha visto reflejado en prensa el estreno de la película Silencio roto, de Montxo Almendariz, y he sentido una gran extrañeza, sin haber podido comprobar la razón de la omisión del libro y la autora antes citados. Recuerdo haber escrito en aquel libro 'Aun no es tarde para recordar', añadiría 'para la dignidad', y vuelvo a mi retiro donde apenas molestan los petardos, la mass media, y el oportunismo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de abril de 2001